A vida não é só isso que se vê, é um pouco mais – Paulinho da Viola – Sei lá Mangueira

La vida no es sólo eso que se ve, es un poco más.

lunes, 13 de junio de 2016

LAS JUSTAS DEL PASSO HONROSO

En 1434 Don Suero de Quiñones retó a participar en un torneo a la usanza medieval, a todo caballero que pasara por el puente de Hospital de Órbigo. La razón de este engorilamiento por romper lanzas: el amor esquivo de una dama.  Durante un mes entero tuvieron lugar las justas, donde cada día comenzaba con una misa solemne y terminaba con un festín.

En Hospital de Órbigo llevan 20 años festejando las “Justas Medievales del Passo Honroso” y La Torzida fue invitada a participar por 5º año consecutivo, esta vez durante todo el fin de semana.

Comenzamos en la Puerta del Mercado el sábado por la tarde, abriendo el desfile del Cortejo de la Villa con mucho calor y muchas ganas. 




Después de hacer un descanso, disfrutar de la animación y cenar, ya de noche, fuimos al encuentro con los comensales de la Cena Medieval. Enrique, el alcalde, nos recibió con un refrigerio antes de entrar y sorprender a los invitados a la cena con nuestra segunda actuación en Hospital. Tras gozar un rato para un público tan entregado, nos pusimos a la cabeza de la siempre impresionante procesión de las antorchas que nuevamente terminaba en el palenque, donde se sucedieron otras músicas de gaitas y tambores para terminar con un espectáculo pirotécnico precioso.




Dormimos en Murias de Rechivaldo, otro pueblo del Camino de Santiago. En realidad, durmieron unos más que otros, porque el concierto de ronquidos fue también espectacular, como todo en el fin de semana.


El domingo es el día grande de la celebración, así que tras desayunar como reyes en el albergue, marchamos a Hospital a tocar. Salimos desde el palenque en dirección al mercado. Amigos y amigas: las imágenes hablan por sí solas.





Disfrutamos de tocar y nos dejamos sorprender por gente que se nos unía como un niño que iba detrás de nosotras o unos ciclistas que iban adecuadamente vestidos para no desentonar. Había una chica asiática que bailaba como si no hubiera mañana frente a la batucada y peregrinos del Camino de Santiago se quedaban boquiabiertos. Mucha gente nos felicitó pero no sé si saben que lo mejor para nosotras es vivirlo.


Nos encantó estar acompañadas por amigos y amigas de la Escola Torzida que vinieron a disfrutar y a darnos apoyo (Ruth: ¡nos faltas en foto!).


Tuvimos tiempo de disfrutar también del mercado y los otros músicos y artistas que allí estaban.




Con tanto derroche de emoción (y que tocar cansa) nos merecimos un receso. En plena ola de calor y después de comer: ¡siesta!



Por la tarde nuevamente abrimos desfile. Esta vez el Desfile de Justas.
Os puedo contar que atravesar ese puente del siglo XIII a ritmo de avenida con mis compañeros fue glorioso, casi tanto como pasar bajo una de sus arcadas cuya acústica es atronadora. Y después de todo eso, recibir la ovación de la grada principal y del resto del público fue muy emocionante.





Terminamos haciendo una Jam de voces y timba en la plaza de Hospital, cansados y felices. Serían las 10 de la noche cuando llegamos a Valladolid. Creo que pusieron una peli de Asterix en el bus: ¿os suena algo de eso?

Hemos disfrutado mucho con nuestros mestres Dani García a la dirección y Dani Rioja a las trastadas...digo a la dobra.


Gracias Patri y Ruth por las fotacas.


Hasta el próximo año Hospital de Órbigo, ¡axé!















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